En los negocios de comida mexicana, las tortillas son un ingrediente infaltable. Pero, debido a su alto volumen de uso y consumo, si no se realizan bien los cálculos son muchas las que pueden terminar en el basurero.
Evitar el desperdicio de alimentos es clave para cuidar la rentabilidad y la sostenibilidad de todo negocio de comida. En este artículo te compartimos 5 recetas con tortillas que ya perdieron su frescura, pero que aún pueden aprovecharse en una gran variedad de platos. Además, te daremos algunos consejos sobre cuándo es mejor no reutilizarlas para garantizar la calidad y seguridad en tu restaurante. ¡Inspírate!
Importancia de reducir desperdicios en tu negocio
Sabemos que pocas cosas son tan ricas como una tortilla recién hecha: además de su sabor, tiene la textura perfecta para preparaciones como tacos y quesadillas. Pero esto no significa que las tortillas que han perdido su frescura deben automáticamente terminar en el basurero.
En restaurantes o establecimiento de comida mexicana, las tortillas son ingredientes muy utilizados y desperdiciados. Cuando tiras a la basura esas tortillas que ya no están tan frescas, pero que aún podrían aprovecharse en otras recetas, estás tirando también tu dinero. Esto ocurre porque tú ya pagaste por el ingrediente, pero no estás recuperando su costo ni generando una ganancia con él. En la mayoría de los casos, las mermas son pérdidas pequeñas, pero ignorarlas puede ocasionar un desastre financiero a la larga.
Ideas y recetas con tortillas viejas
La importancia de reducir mermas viene del gran impacto que los desperdicios tienen en el medio ambiente y en la rentabilidad de tu negocio. Si al final de la jornada sobraron tortillas en buen estado, entonces aprovecha estas ideas y recetas con tortillas viejas.
1. Nachos crujientes
Los totopos o nachos son un buen acompañante para un sinfín de guarniciones y botanas. El sabor de la tortilla de maíz es el vehículo perfecto para frijolitos refritos, guacamole, Hellmann´s® Aderezo de Queso Cheddar y muchísimas salsas como el pico de gallo.
Prepararlos es muy sencillo, basta con cortar las tortillas en triángulos y llevarlos a una fritura profunda hasta que queden crujientes. También puedes tostarlos en el horno para aprovechar otras técnicas de cocción más saludables y evitar el uso excesivo de grasas. Una vez fritos, puedes espolvorearlos con un poco de sal o tu propia mezcla de especias para darle un toque único de sabor.
2. Recetas con tortillas: sopa de tortilla tradicional
Los tropiezos crujientes de la tortilla de maíz frita junto con el sabor de un buen caldillo de tomate en la sopa de tortilla hacen que este caldo mexicano sea delicioso.
La sopa de tortilla es una preparación ideal para aprovechar las tortillas viejas porque, al igual que los totopos, su textura debe ser crujiente. Basta con partir las tortillas en tiras relativamente finas, freírlas y sazonarlas con un poco de sal.
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3. Chilaquiles con salsa casera
Los chilaquiles son uno de los desayunos mexicanos por excelencia. Su versatilidad hace que siempre exista una opción para cada gusto. Los chilaquiles con salsa casera son ese platos que no puede faltar en el menú de cualquier restaurante de comida mexicana. No solo tienen un gran sabor, también, un bajo costo y una muy fácil preparación.
Nuestra receta de chilaquiles rancheros con huevo te va a encantar. Pero recuerda que la clave para unos chilaquiles exitoso es tener totopos bien crujientes y una salsa que no tenga comparación.
Prueba con distintas mezclas de chiles y niveles de picante, ¡seguro logras crear una receta de chilaquiles con salsa casera que enamore a todos tus clientes!
4. Enchiladas
Las enchiladas son uno de los platos más vendidos en los restaurantes de México. Al igual que los chilaquiles, las enchiladas son una preparación muy versátil que te permite experimentar con distintas salsas y rellenos para obtener combinaciones de sabor únicas.
A diferencia de las recetas con tortillas que te hemos dado hasta ahora, las enchiladas no necesitan que las tortillas viejas estén crujientes.
Para preparar unas buenas enchiladas con tortillas que ya no están tan frescas, te recomendamos precalentarlas en el microondas, envueltas en un trapo de cocina. Luego, pasarlas por un poco de aceite caliente, rellenarlas y doblarlas de inmediato. Solo de esta manera evitarás que se rompan. No olvides servirlas con tu salsa favorita, como nuestra receta de enchiladas suizas.
5. Tortillas como espesante
Las tortillas, especialmente las de maíz, son un excelente espesante en salsas y sopas. El almidón que contienen, por naturaleza, absorbe el agua, dándole a tus preparaciones una consistencia un poco más espesa y tersa.
El mole, de prácticamente cualquier variedad, es uno de esos platos que aprovecha al máximo el poder espesante de las tortillas. Basta con licuarlas con un poco de líquido e incorporar esta mezcla a tu preparación. Si buscas un toque tostado, te recomendamos tatemarlas un poco antes de molerlas.
Además del mole, también puedes aprovechar esta técnica en tus sopas y cremas. Al intentarlo, asegúrate de licuar las tortillas por completo y agregarlas poco a poco para evitar que se formen grumos. Cuanto más calientes la preparación, más se espesará.
6. Postres con tortillas viejas
Tus recetas con tortillas viejas no tienen por qué limitarse a las preparaciones saladas. Las tortillas, tanto de harina como de maíz funcionan muy bien en los postres.
Uno de nuestros postres favoritos con tortillas de harina viejas con las famosas gloriadillas norteñas. Basta con colocar dentro de una tortilla de harina un poco de queso mozarela, arequipe o dulce de leche con nuez. Llévala a la plancha y sírvela bañada con dulce de leche.
También puedes freír las tortillas entre dos cucharones para formar canastillas que funcionen como base para servir helados. También puedes usar las tortillas de harina como un sustituto de crepas. O hacer con las tortillas de maíz unos totopos dulces que cubras con una mezcla de azúcar y canela.
¿Cuándo no reutilizar las tortillas?
Aunque nuestra intención será siempre aprovechar al máximo los ingredientes sin permitir que lleguen a la descomposición, hay veces en las que esto sucede. Para garantizar la seguridad alimentaria en tu negocio de comida, necesitas aprender a detectar cuando tus tortillas ya no estén en buen estado para el consumo.
Las señales son claras, ya no utilices tus tortillas viejas si:
- Se sienten demasiado húmedas o pegajosas.
- Desprenden un olor ligeramente ácido y rancio.
- Muestran pequeñas manchas color azul, morado, rojo, verde o gris.
¡No te confíes! Incluso si las manchas de moho son pequeñas, toda la tortilla podría estar infectada. No te arriesgues sirviéndola a tus comensales y mejor busca incorporarlas a tu composta.
Ahora ya sabes que las tortillas, de maíz o de harina, sí pueden aprovecharse en muchas preparaciones, aunque ya no se encuentren en su punto óptimo de frescura. ¡Anímate a probar estas cinco recetas con tortillas viejas y sácale el máximo provecho a todos tus ingredientes!