La salsa de queso cheddar es un ingrediente icónico de la cocina americana, pero no es exclusiva de ese giro. Se trata de un producto sumamente versátil, que combina muy bien en una gran variedad de recetas, y que aporta sabor y cremosidad a tus preparaciones.
En este artículo, veremos 8 maneras de utilizar la salsa de queso cheddar para elevar tus platos. ¡Sigue leyendo!
Cómo preparar salsa de queso cheddar
Una salsa de queso cheddar ideal es lisa, sin grumos, cremosa y sabrosa. Dicho así, aprender cómo preparar salsa de queso cheddar puede sonar con demasiadas condiciones, pero una vez que la dominas será tu aliada en la cocina profesional.
Para reducir tiempos y pasos de preparación, y lograr que tu salsa de queso cheddar sepa siempre igual, te recomendamos usar Hellmann’s® Aderezo con Queso Cheddar, un aderezo listo para usar en preparaciones frías o calientes. Este producto está elaborado a base de verdadero queso cheddar y es la solución para cuidar tus costos mientras consigues una cocina más eficiente y con calidad estandarizada. Veamos, entonces, cómo puedes usarla en tu negocio de comidas.
Mac and cheese
Empezamos por un clásico, el mac and cheese, que suele prepararse con pasta seca. Lo más común es utilizar coditos (también conocidos como macarrones o elbow macaroni), pero puedes probar también con otra pasta seca corta. ¿Cómo marcar la diferencia con un plato tan conocido? Antes que nada, una salsa de queso de cheddar de sabor justo será la base indispensable. Luego, puedes probar con otra pasta seca corta (plumas, moños, conchas o caracoles), sumar especias y hierbas frescas, o agregar otro tipo de queso, como uno azul o un queso ahumado.
Verduras gratinadas
Para variar tus guarniciones u ofrecer nuevas alternativas sin carne, las verduras gratinadas serán una buena alternativa. Utiliza coliflor, brócoli, calabacita, papas, espárragos, chayote, champiñones, o la que encuentres en tu mejor momento en la temporada. Cocina las verduras previamente (puedes hervirlas o hacerlas al vapor), colócalas en una fuente y báñalas con salsa de queso cheddar y, si quieres, algún otro queso como queso doble crema o quesillo. Luego, llévalas al horno para que se gratinen.
Risotto
Si te animas a romper las tradiciones, ¿por qué no preparar un risotto de cheddar? Debes agregarlo casi al final de la preparación, en el momento en el que en general se agrega la mantequilla. Con este uso, la salsa de queso cheddar le dará un sabor y cremosidad únicos.
Los nachos con salsa de queso cheddar son un snack por excelencia, pero fácilmente pueden convertirse en una entrada o plato fuerte si los llevas al siguiente nivel. Juega con distintos tipos de totopos e ingredientes.
Al momento de servir la salsa de queso cheddar, te recomendamos que esté tibia. Para calentar Hellmann’s® Aderezo con Queso Cheddar solo necesitas colocar su empaque directamente dentro de un baño maría. También puedes verterlo en una olla sobre la estufa para añadir otros ingredientes como jalapeños picados o trozos de pimentón y cebolla caramelizada que le den un toque único.
Papas con tocino y queso cheddar a la sartén
Las papas con tocino y queso cheddar a la sartén son una guarnición ideal para acompañar cortes de carne y pollo. También son perfectas como una entrada o un plato para compartir. Prepáralas en el sartén para darles un toque doradito que las haga irresistibles.
Cuando prepares las papas con tocino y queso cheddar asegúrate de servirlas con suficiente salsa. Puedes combinar la salsa de queso cheddar con un poco de crema ácida para compensar el sabor intenso del tocino, y además personalizarla con ajo picado, cebollín o paprika en polvo.
Tortitas
Las tortitas son una preparación perfecta para reducir los desperdicios de tu cocina, ya que te permiten prepararlas con arroz o puré de papas que no hayas utilizado en otro plato. Al agregarle la salsa de queso cheddar en el interior, le darás un sabor más intenso, y una cremosidad que contrastará con su exterior crocante. Otra opción posible: una vez fritas las tortitas, usa la salsa para bañarlas. Sírvelas como entrada o guarnición.
Sliders de rib eye y queso cheddar
Las sliders son una tendencia en hamburguesas que llegó para quedarse. Su tamaño es maravilloso para concentrar mucho sabor en solo un bocado. Además, son la opción perfecta para tu menú infantil.
Sandwich estilo cheesesteak
Si llegó el momento de actualizar tu menú, te sugerimos que pruebes con un sandwich al estilo cheesesteak, un plato típico de Filadelfia, Estados Unidos. Se prepara con carne de res cortada en láminas y salsa de queso cheddar mezclados dentro de un pan tipo ciabatta o baguette.
Dip
Así como la salsa de queso cheddar puede usarse como parte de las recetas, otro uso posible es servirla como dip, un aderezo que cada comensal usará a gusto. Si haces dedos de queso mozzarella, nachos, tortitas, sándwiches, brochetas de res, por ejemplo, sirve aparte un contenedor con esta salsa, verás que hace la diferencia.
Desde entradas y guarniciones hasta platos fuertes, con y sin carne, ya te compartimos una variedad de platos en los que puedes aprovechar la salsa de queso cheddar. ¡Pruébalas y saca ventaja de este producto!
