Un sustituto de carne no precisamente tiene que ser una imitación absoluta de carne. La misma naturaleza nos aporta alimentos que son buenos y deliciosos sustitutos de las proteínas de la carne.
Estas proteínas también las podemos encontrar en diferentes cereales, verduras y legumbres. Enumeramos para ti cinco sustitutos de carne para inspirarte:
1. Lentejas y edamame
Dentro de las legumbres encontramos a las lentejas. Las lentejas son excelentes para preparar platillos que involucren carne molida. Existen distintas variedades como verdes, rojas, marrones y negras. Las lentejas son un alimento que, por su rápida cocción y consistencia, se pueden incluir en recetas de hamburguesas, albóndigas y croquetas. Además, ¿sabías que las lentejas son consideradas por muchos como un superalimento por su valor nutricional?.
El edamame, producto de las vainas de soja es una hortaliza especialmente rica y muy utilizada en la cultura china. Ahora la podemos ver como una excelente opción de botana y en la preparación de carnes veganas. En Chicago, el restaurante Loving Heart ofrece una "Happy Burger" con carne de edamame molido, frijoles negros, avena, cebolla, tomate, lechuga, pepinillos, queso y mayonesa, estos dos últimos, veganos.
2. Berenjena
Pocos saben realmente todas las posibilidades de la berenjena. Desde partirla en lonjas para preparar un lasaña, hasta espirales para hacer unos fideos. Su textura carnosa y jugoso sabor son capaces de satisfacer el antojo de un buen trozo de carne. Otras formas de comer berenjena son albóndigas rellenas de algún queso, como el manchego o el mozzarella, o fritas como una buena milanesa.
Las albóndigas de berenjena son una alternativa muy popular en muchas regiones de Latinoamérica al momento de preparar hamburguesas. Si le sumas nuestros consejos para preparar unas hamburguesas increíbles, el sabor está garantizado.
3. Tofu y tempeh
Proveniente también de la soja, el tofu es de los primeros sustitutos de carnes y lácteos. Además de ser un excelente reemplazo en platillos con pollo, se puede preparar como croquetas o chuletas. El restaurante Root Down en Denver ofrece un magnífico plato inspirado en la India: un Tofu Korma con coliflor a la parrilla, arroz negro, piñones y fresas. Un éxito entre los comensales.
El tempeh, producto de la fermentación de la soja, con origen en Indonesia, es una especie de pastel que se parte en rebanadas y puede saltearse, freírse, hacerse a la plancha o rebozarse. Se sirve en trozos en ensaladas o bowls. El Hip City Veg, un restaurante vegano en Filadelfia, sirve un sándwich de “carne” hecho con tempeh ahumado.
El tempeh, producto de la fermentación de la soja, con origen en Indonesia, es una especie de pastel que se parte en rebanadas y puede saltearse, freírse, hacerse a la plancha o rebozarse. Se sirve en trozos en ensaladas o bowls. El Hip City Veg, un restaurante vegano en Filadelfia, sirve un sándwich de “carne” hecho con tempeh ahumado.
4. Jaca
Una fruta tropical dulce que puede usarse como carne en platillos salados y partirse en hebras. Esta fruta se puede comprar entera o incluso enlatada. La jaca es excelente para platos de barbacoa, salteados o cualquier platillo que lleve carne de pollo o cerdo. En México se acostumbra solo usar la pulpa. Sin embargo, con el veganismo, cada vez son más las preparaciones que usan todo su interior para platillos originalmente hechos con carne.
5. Setas y Champiñones
Si de buscar el sabor a carne se trata, el mejor está en los champiñones y las setas. Por su textura carnosa y aparentemente suave, son la mejor opción para preparar gratinados, sándwiches y alimentos a la parrilla.
Uno de los sándwich estrella del comedor CHLOE’s en Nueva York, es el CHLOE’s Whiskey BBQ, con champiñones a la barbacoa y portobello acompañado de chorizo hecho a base de seitán condimentado. Otro buen sustituto de carne.
Así pues, muchas son las fuentes para sustituir a la carne sin sacrificar nunca el sabor o la presentación de los platillos. La clave está en conocer las propiedades de cada ingrediente para potencializar al máximo su sabor y cumplir con la expectativa del comensal, que busca el placer de morder un buen pedazo de carne.